esos dos que estan bailando
Un tópico recurrente en las cuecas es el comentar sobre los que están bailando, qué es lo que hacen, cómo están vestidos, quiénes resultan ser. No es exactamente, según yo, el mismo tópico que aparece a veces en la cueca brava sobre la fiesta en sí, donde evidentemente también se comenta sobre los que bailan, pero se suman comentarios sobre los que cantan, los que animan y sobre el ambiente total del momento (por ejemplo, en Cuándo me estarán cantando). De lo que se trata ahora no es del tópico de la bohemia misma, sino del evaluar y juzgar el comportamiento de los dos bailadores de cueca. Es un tópico, por lo tanto, que transita entre la admiración y la intimidación desde quien canta la cueca hacia quienes la bailan.
Hay al menos cuatro cuecas que desarrollan esta temática: tres de ellas de origen campesino, dos en versiones de cantoras netas, una en versión recopilada por Violeta Parra; y una versión santiaguina, en clave de cueca de raíz folclórica, cincuentera, bajo la tradición de los grupos de huaso. Es curioso que esta bifurcación campo / ciudad concrete, en este tópico, diferencias sobre el papel de la mujer y del hombre al momento de bailar, y que pareciera que la ciudad surge con un discurso más conservador con que el tema es recreado en el campo.
Versión de Cantora de Santa Juana
mi vida, esos dos, esos dos se están queriendo
mi vida, esos dos, esos dos se están queriendo.
Mi vida, y aunque lo, y aunque lo quieran negar
mi vida, los ojos, los ojos lo están diciendo.
Mi vida, esos dos, esos dos que están bailando.
Ese joven que baila, mi vida, me gusta mucho
que tiene sus moditos, mi vida, tan a mi gusto.
que tiene sus moditos, mi vida, tan a mi gusto.
Tan a mi gusto ay sí, mi vida, si yo llorara
la vida me rindiera, morena, si tú me amaras.
La vida me rindiera, mi vida, si tú me amaras.
¡Anda, si yo llorara, mi vida, si tú me amaras!
La letra es de línea admirativa y reconstruye el lugar común de que la cueca es un baile de enamoramiento, de coqueteo, de seducción. La cueca manifiestaría el sentimiento que las palabras callan. Tiernamente, la cantora reconoce que se ve envuelta ella también en la seducción de los bailarines y que el coqueteo que el joven produce al bailar, sus moditos, seducen de igual manera a la pareja de baile y a la cultora.
Versión de María Caro, de Portezuelo, Ñuble
Mi vida, esos dos, esos dos que están bailando
ayayay qué paré, qué parejitos que son
ayayay qué paré, qué parejitos que son.
Mi vida si yo fue, si yo fuera padre cura
ayayay les echá, les echá la bendición.
Ayayay esos dos, esos dos que están bailando.
Ese joven que baila, ayayay, yo sé qué tiene
platita en el bolsillo, ayayay, para que sueñe
platita en el bolsillo, ayayay, para que sueñe.
Fuera que sueñe sí, mi vida si no la gasta
se le rompe el bolsillo, ay, merma la plata
se le rompe el bolsillo, mi vida, merma la plata
Hácele pañuelito por debajito por debajito.
Versión de Violeta Parra
La vida, la niña, la niña que está bailando
La vida, la niña, la niña que está bailando
la vida se le ve, se le ve el bordo 'e la enagua
la vida se le ve, se le ve el bordo 'e la enagua.
La vida y el joven, y el joven que la acompaña
la vida, la boca, la boca ya se le hace agua.
La vida, la niña, la niña que está bailando.
Esa niña que baila, la vida, tiene un pololo
pero cuando va a misa, la vida, lo deja solo.
Esa niña que baila, la vida, tiene un pololo.
Lo deja solo sí, la vida, siguen bailando
esta cueca hualquina,la vida, que estoy cantando.
Anda, siguen bailando, la vida, que estoy cantando.
Versión de Las Consentidas
Esa chi, esa chiquilla que baila
pero miren miren cómo le hace, se le cae la pollera
pero miren miren cómo le hace, se le cae la pollera.
El huaso, el huaso que la acompaña
pero miren miren cómo le hace, se acerca y se le asujeta
pero miren miren cómo le hace, el huaso que la acompaña.
El huaso que la acompaña, allá va, baila bonito
pero miren miren cómo le hace, allá va, zapatiadito
pero miren miren cómo le hace el huaso que la acompaña.
Zapateadito sí, bailar cueca es una guinda
pero miren miren cómo le hace, con una chiquilla linda.
Si quieres que te quiera, sujetate la pollera.
Acá el estilo es radicalmente distinto. Estamos frente a una cueca santiaguina, de agrupación de música con raíz folclórica y que en los años cincuenta y sesenta se encargaban de construir cierta representación bucólica del campo chileno, de sus sonidos, de la vida exclusivamente alegre que allá supuestamente se vivía. Así, todo lo que muchos conocemos como "cueca" en realidad es un tipo de cueca, de mediados de siglo, híbrida en su instrumentación, pintoresca en muchas de sus letras, pensada desde Santiago, aunque quizás por compositores que habían nacido en provincia o que habían tenido padres provincianos migrantes.
Resulta muy curioso, entonces, que esa modernidad instrumental en las grabaciones de cueca (supongo que la cueca brava tenía al menos piano desde siempre) no se condiga con una visión también más moderna en sus líricas. Esta cueca en particular, escrita por Rosa Vasconcellos (??), se centra en la mujer que baila, supuestamente coqueta al bailar, pero al parecer demasiado coqueta, pues recibe, en el remate, el reproche de la voz masculina ("si quieres que te quiera, sujetate la pollera"). El que baila con ella ahora es un huaso, huaso que no aparecía en ninguna versión campesina, ladino por cierto al zapatear, pero también conservador y pudoroso, lo que completa un cuadro de bailarines maqueteados y uniformes, tan típicos de nuestra cueca de taller y proyección folclórica.
La línea genética de la copla
La temática de los que están bailando es, por supuesto, de origen filogenético español. El googleo correspondiente lo que permite advertir es que es una copla dentro de las millones de coplas que la tradición popular peninsular ha desarrollado en sus largos años y de seguro, entonces, debe de haber otras versiones del tópico esparcidos por América, quizás en algún huayno o en algún joropo.
http://books.google.cl/books?id=SnwBzcy-vj0C&pg=PA178&lpg=PA178&dq=%22esos+dos+que+estan+bailando%22&source=web&ots=Uzg29Et3Z1&sig=eA2vgfMnCWf6C_suahFG1FCKy08&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result#PPA177,M1
La niña que está bailando
parece un pimpollo de oro;
Lo lindo es que entre esas coplas aparece la misma que utiliza María Caro en su cueca
Esos dos que están bailando
y que también es mencionada en una nota de prensa al reseñar un libro sobre tradición oral andaluza
http://www.diariosur.es/prensa/20070130/malaga/literatura-popular_20070130.html
En definitiva, otro ejemplo de cómo el folclor es de quien lo consuma, aunque las líneas de origen puedan definirse en lugares y tiempos lejanos.
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